En este artículo, voy a hablar un poco sobre lo que se denominan cartas bien y mal aspectadas.

    El término aspectadas viene de la astrología, en donde se dice que un planeta está bien aspectado por otro cuando su influencia sobre este es positiva, y mal aspectado cuando su influencia es negativa o desfavorable.

    Este concepto se traslada al tarot, en donde se dice que una carta está bien aspectada si las cartas que le rodean refuerzan y potencian su significado.

    Un arcano bien dignificado (derecho) pero mal aspectado puede ver influido su significado por las cartas que le rodean.

    En este caso, vemos a la Emperatriz que representa la naturaleza, la sensualidad, la mujer como madre y esposa, la abundancia, etc. En este caso está bien dignificada pero mal aspectada por la presencia de El Emperador invertido.

    El Emperador por su parte simboliza las leyes de la sociedad, la ridigez y la solidez, el orden, la autoridad, es el arquetipo del padre dentro del tarot, sin embargo al estar mal dignificado (invertido) afecta al significado de La Emperatriz.

    Puede indicar demasiada ridigez o autoritarismo que limita la abundancia y la creatividad que derrocha el arcano de La Emperatriz, exceso de control. Dado que El Emperador es la clásica pareja de La Emperatriz dentro del tarot, si estuviesemos realizando una lectura sobre aspectos sentimentales, podría indicar una mujer que ve limitada su creatividad o su rol dentro de la pareja por una pareja machista, que le reprime.

    Naturalmente, si dentro de la lectura sólo tenemos una carta por posición esta estará bien o mal dignificada (derecha o invertida) sin embargo, ya al combinar cada una de las posiciones es importante tener en cuenta esto dentro del contexto general a fin de poder dar los matices necesarios dentro de la interpretación.