Para todas las consultas que realizo independientemente de que sean gratuitas o no, me rijo por el siguiente código de ética con el cual el consultante debe aceptar antes de realizarse la consulta en cuestión:

1. Tu lectura se considera material confidencial, a no ser que expresamente me indiques que me permites bien sea la divulgación parcial de la misma (esto es, publicación de la interpretación de una tirada en cuestión bajo un pseudónimo o un nombre ficticio), o completa, usando tu nombre real, pero siempre bajo tu expresa aceptación.
2. No soy adivino. Desde el primer momento dejaré claro al/la consultante que ellos son los responsables de su destino, y que bajo ningún concepto lo que pueda aparecer en una consulta de tarot representa un destino que se tiene que cumplir de forma inexorable. Cada persona puede cambiar su destino a través de sus actos, el tarot solo muestra una tendencia sobre lo que puede ocurrir en un futuro de acuerdo al pasado y presente (tal y como ocurre con la ciencia, que se basa en el pasado y presente para predecir el futuro).
3. No juzgaré a mis consultantes, basándome en su sexo, creencias, tendencias políticas, situación en la que se encuentre, etc.
4. Acostumbro a decir lo que muestran las cartas, y no lo que cada quien desea escuchar.
5. Me comprometo a dar lo mejor de mi, para ayudar al consultante, trabajando desde la honestidad y el respeto, esperando lo mismo de parte del consultante hacia mi.
6. Si en un momento determinado siento que no me siento en capacidad de realizar alguna lectura, se lo comunicaré al consultante, si éste desea cancelarla, en caso de haber pagado por ellá se le reembolsará el dinero.
7. Para que una consulta de tarot sea efectiva, debe existir una conexión entre las cartas, el consultante y el lector (u operador), es por ello que pido que toda persona que acuda a una consulta de tarot, mantenga una buena disposición, y sea honesta en todo momento. Existen personas que acuden a tarotistas con el fin de ponerlos a prueba queriendo que estos le digan cosas sobre su vida sin ellos prácticamente decir nada sobre el aspecto sobre el cual quieren saber, produciendo asi un bloqueo y dificultando la conexión con el consultante. Si el consultante se encuentra con esta actitud, no se realizará la consulta.
8. Cuando sea necesario, sugeriré al consultante que acuda a un profesional (psicologo, abogado, médico, etc) que pueda ayudarle con determinado aspecto de su vida.
9. No realizo lecturas a terceras personas sin su consentimiento ni a menores de edad.
10. Haré todo lo posible por promover el tarot como una herramienta de auto conocimiento, que le deje al consultante algo más que una respuesta determinista que poco pueda ayudarle en el camino su desarrollo personal.